Cuando hablamos de la pesca a mosca de ciprínidos, posiblemente estemos hablando de una de las pescas mas excitantes, completas y deportivas de todas cuantas podemos realizar en nuestro país. Y es que en nuestra piel de toro tenemos la suerte de tener infinidad de maravillosos lugares donde poder realizarlo tanto en ríos como en embalses y una gran variedad de especies que sin duda pondrán a prueba nuestras dotes como pescadores a mosca, además de regalarnos lances y momentos inolvidables.
Barbos Comunes, Comizos, Beceros, Híbridos, Gitanos, Mediterráneos, de Graels, es tal la variedad, cada uno con sus características morfológicas propias y sus distintos comportamientos que podríamos dedicar una vida a entender y pescar todas estas especies en todos y cada uno de los escenarios donde estas habitan.
Pero además de todas estas especies de barbos también tenemos a nuestro alcance la pesca de carpas, cada vez mas extendida por todo el mundo y ganando cada dia mas y mas adeptos, desde America hasta Argentina este tipo de pesca cada vez cobra mas fuerza y a contrario que en algunos países de Europa, nosotros tenemos la suerte de poder enfrentarnos a estos peces en condiciones totalmente salvajes pudiendo capturar ejemplares que sobrepasan los 15 e incluso los 20 kg de peso, imaginaros lo que puede ser eso con nuestra caña de mosca y prácticamente siempre a pez visto, sin duda todo un reto y quizás un sueño para muchos pescadores con mosca.
Pero adentrémonos un poco mas en este tipo de pesca tan fascinante y tan completa.
En el caso delos barbos y siempre mas que una regla general, sea algo mas de gusto personal y realmente lo que necesitemos para enfrentarnos a ellos debido a las condiciones de los escenarios, tamaño de los peces etc… los equipos que utilizaremos no serán equipos muy pesados, cañas desde linea #5, #6 o #7 serán mas que suficientes para poder pescarlos en prácticamente todas partes, los carretes, mejor si tienen un buen freno y bajo mi punto de vista siempre bien cargados de backing, mínimo 100 m, no vaya a ser que de repente nos encontremos con el barbo de nuestra vida y lo perdamos por no llevar 25 m de backing mas. Las líneas generalmente siempre mejor las WF ya que en muchas ocasiones tendremos que lanzar moscas de foam, ninfas o simplemente pescar en condiciones de aire en contra.
Escarabajos, hormigas sencillas o de ala, saltamontes casi siempre de foam, son algunas de las moscas secas que suelen funcionar en todas partes, en el caso de las ninfas, personalmente me gustan oscuras que tengan bastante vida, sean peludas, algunas con algun brillo para los dias nublados o aguas con algo de color, en el caso de pescar aguas paradas, sin lastrar para que hagan una caida lenta o se posen sobre el fondo suavemente y lastradas o con peso si pescamos aguas algo mas rapidas. Y por supuesto no descartes moscas tipo a las klinkhamer ya que las emergentes a veces pueden marcar la diferencia cuando nuestros amigos bigotudos andan un poco mas caprichosos o apáticos.
También hay ciertas especies como los barbos Gitanos, Comizos, Híbridos o Beceros y en algunas zonas los comunes, que se pueden pescar a streamer, generalmente imitaciones de peces pequeños tipo alburnos, blancos o colores perla suelen dar muy buen resultado, claro todo esto depende de lo que se alimenten estos peces en cada escenario, algo que mediante la observación tendremos que resolver nosotros mismos, esto es quizás una de las partes del juego mas apasionantes.
La pesca de todo este tipo de especies generalmente se desarrolla a pez visto y los peces suelen estar en movimiento continuo, sobre todo en los embalses, en nuestras jornadas de pesca habra dias en los que tengamos que hacer muchos kilómetros para localizarlos o simplemente para poder ir encontrando barbos según sus zonas de querencia, si algo tiene esta pesca es que combina todas las disciplinas que que tiene la pesca a mosca, lance, precisión, acecho, vista y adrenalina. En este tipo de pesca el acecho es algo muy importante, caminar por el embalse como un gato con nuestra vista fijada en el agua hasta localizar el pez es algo que nos mantendrá continuamente concentrados y alerta, una vez divisado nuestro objetivo, toca acercarse a ellos sin que nos vean o nos oigan, muchos escenarios están bastante despejados, y otros nos permitirán escondernos detrás de árboles, piedras etc…en cualquier caso encontrar el mejor ángulo y el mejor momento para presentarles nuestra mosca es fundamental, hay es donde entra el lance y con él la precisión, ya que normalmente nuestra mosca tendrá que caer en un radio muy pequeño de espacio, en ocasiones con posadas sutiles y en otras precipitando nuestras moscas mas bruscamente sobre el agua para llamar su atención, una vez hecho esto, queda esperar a ver que pasa, en el caso de la mosca seca todo será muy obvio y emocionante, ver como ese pez dorado sube y engulle nuestra mosca poniendo nuestro corazón a mil, y sin embargo en el caso de las ninfas habrá un parte muy grande de pura intuición y observación de comportamiento del pez para poder detectar cuando ha tomado nuestra ninfa y si por fin conseguimos clavarlo, ahora prepárate que viene lo bueno oyendo cantar nuestros carretes y empezando a ver decenas de metros de línea y en muchas ocasiones de backing volar por nuestras anillas, mientras vuestra caña se dobla transmitiendo hasta vuestras manos esos embites característicos de estos peces, ahora es cuando viene lo que la mayoría buscamos en esta pesca y otras pescas, la adrenalina.
Pero si hay algo que a mi personalmente me tiene completamente hechizado dentro de la pesca de ciprínidos y ha hecho que destine muchas de mis jornadas de pesca a ellas, dejando de lado otras especies, como las truchas, reos y salmones, sin duda son las grandes carpas, la caza mayor de los ciprínidos a mosca.
Para mi este tipo de pesca es, además de excitante, un gran reto, y algo que me ha motivado y hecho rebanarme la cabeza frente al torno para poder desarrollar diferentes patrones de moscas en función de las distintas condiciones y distintos comportamientos de estos peces segun la epoca, o tipo de escenarios a los que me he enfrentado.
Moscas de caída lenta, invertidas, suspendidas, de colores oscuros, naturales, llamativos, para hacer una pesca estática, sobre vegetación sumergida o para utilizar en movimiento simulando diferentes insectos o especies subacuáticas que formarán parte de la alimentación de estos ciprínidos son patrones imprescindibles, para afrontar todo ese tipo de distintas situaciones que se nos pueden plantear durante cualquiera de nuestras jornadas.
Desde mi punto de vista no es igual pescar carpas de tamaños medios o pequeño, ya que estos peces se suelen alimentar mas de pequeñas larvas o pequeños insectos que tentar a las mas grandes, peces que aunque en ocasiones también se alimentan de pequeñas larvas por lo general buscan fuentes de alimento de mayor tamaño.
Posiblemente la carpa y sobre todo las mas grandes, sea el pez que mayor grado de alerta tenga, pudiendo llegar a ser en muchas ocasiones desesperantes, algo que hace que tu concentración en esta pesca para obtener buenos resultados o sencillamente algún resultado tenga que ser del 200% en cada una de tus jornadas. Para este tipo de pesca generalmente uso cañas de 9 o 10 pies de línea #7 u #8, carretes con muchos metros de backing normalmente 200 m y un freno que sea poderoso ya que nos enfrentamos a peces muy fuertes con terminales bastante gruesos. Respecto a las líneas, aqui juego bastante con el tipo de escenario y a las condiciones del dia a las que me enfrento, generalmente uso siempre una línea menos de la que me pide la caña y varió el perfil de esta, de menos a mas agresivo ya que los días sin viento y con aguas cristalinas necesitaremos posar nuestras moscas de manera sutil utilizando bajos mas largos y teniendo en cuenta que siempre van con algo de peso y los días de bastante aire lo que necesitaremos será poder estirar nuestro bajo algo mas corto contra este, ya que los peces van a estar donde se revuelve el agua, o sea donde el aire nos de, de cara, y además acertar dónde poner la mosca de manera rápida y precisa. Os puedo asegurar que lo que se siente cuando divisas un pez de mas de 10 kg en forma de carpa salvaje es algo muy difícil de describir, si con los barbos tenemos que andar como gatos para acercarte a ellos, con estos peces casi tienes que levitar, en el momento del acercamiento el tiempo se detiene y todo transcurre a cámara lenta, tus ojo fijos en el pez observando cada movimiento para dar un paso hacia delante 0 detenerte cuando el pez levanta la cabeza y sin ni siquiera pestañear esperar que la vuelva a bajar para poder avanzar un poco mas hasta, que por fin lo tienes a esa distancia de tiro de mosca y en el ángulo correcto, esperas el momento justo para lanzar, lo haces de manera lenta para que todo fluya sin hacer apenas ruido, presentas tu mosca sin que el pez se percate de ello, dejas que se pose en el fondo, y esperas, esperas que avance poco a poco hacia ella, entonces das un par de tironcitos sutiles para moverla y llamar su atención, aquí es donde te la juegas, pueden pasar 4 cosas que el pez se asuste, que se acerque, la mire y se vaya lentamente, que vaya hacia ella y la ataque como un auténtico depredador o simplemente la absorba sutilmente. A todo esto el tiempo sigue detenido, y tú metido en una especie de mundo paralelo que hace que nada mas ni exista, ni importe, hasta que por fin clavas y ese pez se da la vuelta como alma que lleva el diablo dirección al centro del embalse devolviendote al mundo real, sin parar de sacar línea y backing, haciendo que tu corazón casi se salga del pecho y teniendo en jaque en ocasiones hasta mas de 30 min, en una pelea mas que intensa, para con suerte terminar dejándose ver dentro de tu sacadera y haciendo que el tiempo se detenga una vez mas y solo vuelva existir ese mundo paralelo en el que solo esta el pez, tu y esa sensación tan gratificante que recorre todo tu cuerpo y que se traduce en esa sonrisa que hace que todas esa jornadas o lances infructuosos hacen que todo valga la pena.
En definitiva hay mucha mas vida alla de la pesca de salmónidos a mosca, vivimos en un país en el que tenemos infinidad de escenarios de norte a sur y de este a oeste donde poder pescar barbos y carpas a pez visto, que sin duda son peces que lo tienen todo para complacer al pescador con mosca mas exigente, siendo además de astutos peces poderosos y en muchas ocasiones todo un reto para incluso el pescador mas experto, siendo posible su pesca durante todo el año en aquellos ambientes con climas mas cálidos o en aquellos donde por sus querencias se acercan a las orillas a pesar de las bajas temperaturas y que pueden hacernos disfrutar y por supuesto seguir aprendiendo en esta escuela infinita que es la pesca a mosca.
Nunca olvidaré, un encuentro en una de los embalses aledaños a la capital donde resido, Madrid, con un pescador con mosca de edad ya avanzada, uno de esos ancianos entrañables ataviados con sombrero con pluma de faisán, camisa y su vieja caña de mosca pasándoselo como un niño chico pescando barbos a mosca seca con una hormiga de ala, y diciéndome, cuanto tiempo he perdido por no haber hecho esto antes, estos peces no tienen nada que envidiar a nuestras preciosas truchas, son bravos, astutos y todo un reto para el pescador, y sobre todo no tengo que hacer cientos de kilómetros para poder disfrutar de pescarlos a mosca seca, como a mi me gusta, peces de segunda me decían….
Fotos por Álvaro G. Santillán
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