EDITORIAL ABRIL 2022

Tenemos una gran responsabilidad entre manos, amigos. Una nueva temporada acaba de dar comienzo y con ella, además de volver a nuestro medio natural, otra nueva oportunidad de contribuir de forma positiva al futuro de nuestros ríos y de nuestra pasión. Todos y cada uno de nosotros somos piezas clave para consolidar nuestra actividad como un deporte sostenible y que ayude a mejorar nuestro entorno.

Por consiguiente, hemos de intentar no dejar huella y de hacerlo, que sea para mejorar lo presente. No perderé el tiempo en enumerar la cantidad de acciones que debemos de acometer sin excusa alguna: llevarnos los hilos sobrantes, así como cualquier resto de nuestra actividad, etc. Costumbres como ir acumulando en nuestra sacadera la basura que encontramos de vuelta al coche, pueden cambiar para mejor el aspecto de nuestros tramos. Todo suma o resta. Tú también.

Sin embargo, la responsabilidad más directa que tenemos en nuestras manos como pescadores a mosca es el futuro de nuestros peces, de nuestras capturas. Como ya se ha señalado, el porvenir de nuestro deporte pasa por ser una actividad con una moral intachable. La pesca con mosca siempre estuvo asentada en unos principios éticos y morales sólidos, pero vivimos tiempos extraños. El captura y suelta se ha acabado imponiendo o lo acabará haciendo, pero sin embargo, esto nos obliga a ser totalmente conscientes de esa responsabilidad: la supervivencia de nuestras capturas.

Desde A Mosca Magazine os rogamos que reflexionéis en profundidad sobre el uso y abuso de la fotografía y las malas prácticas que con ella a veces se generan. Siempre será mejor un recuerdo sin foto, que una foto a cambio de la vida de ese pez.

Captura el momento, suelta el pez.

ÁLVARO G. SANTILLÁN
ÁLVARO G. SANTILLÁN

Editor A Mosca Magazine

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