A lo largo de la primavera muchos de nuestros ríos ven como sus tablas y corrientes más lentas y someras se van llenando de ovas y ranúnculos. Estos zonas de vegetación subacuática pueden suponer un gran obstáculo para pescadores de otras modalidades pero para muchos mosqueros pescar entre los canales y huecos formados por las ovas y ranúnculos es un verdadero placer. Yo estoy entre los mosqueros a los que apasiona pescar entre ovas, es una de mis” lugares” de pesca favoritos.

En estas tablas y corrientes plagadas de ovas las truchas tienen muchas ventajas :
Refugio: Estas zonas de vegetación subacuática ofrecen un refugio seguro a las truchas, se siente muy seguras bajo ellas, se saben a salvo de todos sus enemigos tanto aéreos como acuáticos y rara vez saldrán de estas zonas de refugio.
Comida: Las ovas y ranúnculos entres sus “madejas” dan cobertura y alimento a un gran número de ninfas de muchas especies: Efémeras, tricopteros, dípteros, libélulas.
Estas zonas de ovas son aprovechadas por muchas ninfas para subir a la superficie y transformase en insecto adulto entres sus canales o a buen resguardo entre sus “hebras”. También podremos encontrar en muchos ríos, un gran número de gammarus o camarones entres las ovas y que son muy apreciado por las truchas.
Sombra y aguas frescas: Cuando los rigores del verano aprietan y el sol pega fuerte, estas zonas proporcionan sombra y aguas frescas a sus moradoras. Y todos sabemos de la querencia de las truchas hacia las zonas de sombra y aguas frescas. En muchos ríos calizos que sufren fuertes estiajes, las truchas aguantan los veranos gracias a este manto protector que permite que el agua se mantenga fresca y las truchas puedan aguantar hasta la llegada de las lluvias del otoño.
Por lo tanto, ova y ranúnculos, con todos estos factores que he explicado anteriormente, hacen que sean zonas con una notable densidad de truchas, casi siempre las zonas con más truchas del rio y también suelen ser las zonas con mejores eclosiones del rio, debido a la gran densidad de insectos en todas sus fases que habitan dentro de estas masas de vegetación subacuática, factores muy a tener en cuenta para cuando llegue la hora de la eclosión. Además, esa conjunción de seguridad y alimento hace que las truchas se muestren más activas en estas zonas que en el resto del rio.

Técnicas:
Pescar entre los canales formados por las ovas debe ser una pesca lenta ,debemos caminar muy sigilosamente, estudiando cada paso y cada movimiento, eligiendo el mejor recorrido y el orden con que pescaremos entre los numerosos canales que tenemos ante nosotros, observando al detalle esos canales y brazos de agua que se abren entre las ovas, las salidas de esas corrientes tras los ranúnculos, escrutar detenidamente esas aguas y estar atento a cualquier síntoma de actividad, no sólo cebadas en superficie, también deberemos estar con todos los sentidos puestos en los canales más cercanos, viendo los posibles movimientos de las truchas bajo el agua, entre las ovas, ya sea ninfeando entre esos canales o deambulando entre ovas buscando alimento, o buscando buenas posturas de caza, o simplemente refugiándose. Además de una pesca lenta, debe ser una pesca concienzuda y metódica, no debemos dejar un solo metro de agua libre de ova sin tocar y sin haber insistido peinando esas aguas, ya sea pescando al agua o sobre cebada.. La sorpresa puede saltar en cualquiera de los canales que forme la corriente entre las ovas, ya sea el principal ( más ancho o con más caudal de agua ) o los más pequeños. La trucha puede aparecer cuando menos lo esperamos. Si pescamos al agua repetiremos cada pasada tres o cuatro veces, en el caso que las truchas estén poco activas. Si están calientes y con ganas de comer, bastara normalmente con la primera pasada o la segunda para que la trucha suba a comer.

Otro factor que debe primar junto con la lentitud es la precisión. Nuestros lances deben ser precisos para colocar la mosca en los carriles de agua sin enganchones entre las ovas y las flores que asoman por encima de ellas, con cada enganchón que tengamos aumentaremos la posibilidad de espantar o alertar a las truchas cercanas . Cuanto más densidad de ovas y ranúnculos mayor precisión necesitaremos. Otro factor a tener en cuenta cuando lanzamos a corrientes laterales a nuestra posición es que nuestra mosca no se vea frenada antes de llegar al lugar sobre el que queremos hacer navegar nuestra mosca, ya sea porque la cola de rata o el bajo se han quedado posados sobre las ovas y nos detiene la mosca o la hace dragar por quedarse corto de longitud el bajo posado sobre el agua, así que siempre es mejor lances flojos y sinuosos que eviten estos inconvenientes y fundamental estudiar los lances con detenimiento antes de hacerlos, sobre todo si nos enfrentamos a buenos peces que no nos dejaran pasar ni el más mínimo error. Y por último, siempre hacer derivar nuestra mosca o ninfa hasta que llegue a nuestros pies o nuestra mano si estamos vadeando profundo, no levantar antes de que llegue a nuestra posición. Si hemos tenido un acercamiento sigiloso y no hemos delatado nuestra presencia con movimientos bruscos o enganchones, las truchas se sienten tan seguras que pueden salir a comer prácticamente al lado de nosotros, así que siempre hacer las derivas más largas que nos permitan las ovas y si es posible hasta nuestros pies, son muchísimas las veces que una trucha ha salido de donde menos la esperaba, comiendo prácticamente a mi lado.
Pescar estas zonas si es posible en las horas centrales del día,( cuando el sol esta alto y los rayos del sol caen verticales y penetran bien en las aguas haciendo que la visibilidad de lo que ocurre entre los canales y huecos que abren las ovas sea excelente) ayuda mucho y también hace que esa pesca a pez visto sea más divertida. Además será el mejor momento para pescar con ninfas poco plomadas esos canales de agua ya sea al agua o a pez visto.
Pescar entre ovas y ranúnculos suele ser una pesca bastante visual y cuanto mayor densidad de vegetación subacuática o más profunda sea la zona que pesquemos más fácilmente podremos acércanos a las truchas, esto nos hará observar más de cerca a las truchas, observando cómo se mueve, sus recorridos ( si los tuviera), si ha cambiado sus movimientos desde que iniciamos la aproximación, o si sus movimientos o comportamiento delatan que está en alerta, en cuyo caso podremos optar por dejar que se tranquilice o cambiar de objetivo en otro canal o carril cercano. Si están ninfeando y donde están comiendo las ninfas ( en el fondo, a medias aguas o cerca de la superficie o entre las ovas ), si están situadas en posturas de caza ( en las ovas que bordean los canales o en el mismo canal comiendo todo lo que baja por sus aguas ).
La pesca sobre cebada entre los canales que abren las aguas en zonas de ovas y ranúnculos es para mí una de las pescas más bonitas que hay.
Llegar a una tabla plagada de ovas o a unas corrientes que hacen bailar las ovas y ver truchas cebándose entre sus canales hace que mis ganas de pescar se multipliquen por mil.
No debemos cegarnos con las cebadas y seguiremos con nuestra pesca lenta y meticulosa, explorando con nuestra mosca todos los rincones hasta llegar a la trucha que se ceba, es fácil que antes encontremos truchas que ataquen nuestra mosca o ninfa y así no espantaremos a ninguna trucha que a su vez puede espantar o poner en alerta a otras, con un acercamiento apresurado.

Equipo:
En cuanto al equipo mis preferencias son: caña de nueve pies o diez pies, línea 4 o 3. Pescando entre algas no es recomendable emplear hilos por debajo del 0,14 y si hay peces grandes, yo recomendaría subir al 0,16. Si vamos a pescar indistintamente con seca y con ninfa, yo prefiero usar bajos de fluorocarbono que además tienen mayor resistencia al rozamiento que el nylon. Para ríos medianos y pequeños uso bajos cortos, aproximadamente la longitud de la caña y sólo si pesco en tablones de ríos grandes uso bajos largos.
La pesca con ninfa es muy productiva pescando entre ovas y ranúnculos por la gran cantidad de ninfas que habitan en estas zonas, las truchas se pasan gran parte del día cazando ninfas en ellas. Aquí podremos pescar con pequeños perdigones o ninfas poco lastradas tipo Pheasant Tail, estas son mis favoritas cuando pesco entre canales poco profundos y con gran densidad de ova en el fondo, que hacen que las ninfas muy lastradas o con cabezas doradas toquen fondo muy rápido y se estén continuamente enganchando a la vegetación del fondo. Estas ninfas poco lastradas, también las uso para pescar sobre truchas muy recelosas que están ignorando las secas que pasan sobre ellas, especialmente cuando estoy pescando a corta distancia de las truchas y estoy viendo cómo se comportan y puedo ver la trucha y la ninfa poco lastrada o intuirla, si tengo que pescar a más larga distancia donde es muy probable que no vea la trucha ya sea por distancia, por la luz que se refleja en el agua y que hace que tenga una mala visión de lo que ocurre bajo el agua, prefiero en esos casos usar un paraninfo, ya que me asegura una perfecta visión del señuelo.

Una de mis pescas favoritas es pescar a trucha vista con ninfa entre los carriles de ovas, reconozco que es más tentador pescar a seca en esos carriles, pero a veces nos encontramos con truchas que no suben a nuestra seca cuando pasa encima de su cabeza y aquí entra en acción la ninfa. Podemos ver perfectamente a la trucha, deberemos ser precisos en nuestro lance, también tendremos en cuenta si estamos en zonas de aguas paradas o muy lentas ( lanzaremos nuestra ninfa un par de palmos por delante de la posición de la trucha) o en zonas de corrientes ( tres o cuatro palmos por delante) y siempre hacia un lado de la trucha, si el espacio del carril nos lo permite con apenas un palmo , vale. Si estamos justo detrás a cualquiera de los dos lados..si estamos lanzando lateralmente mejor hacia nuestro lado para poder observar mejor como come nuestra ninfa o como abre la boca, aunque serán las truchas cada día las que nos marcaran las distancias a las que podemos posar las ninfas delante de ellas. La clavada no debe pecar de rápida, normalmente las truchas toman las ninfas más lentamente que las moscas secas. Si no podemos ver bien nuestra ninfa, centraremos toda la atención en la trucha y sus movimientos y así podremos detectar su picada: Una parada, el blanco de la boca, un destello, un repentino giro hacia un lado. Si la trucha hace un movimiento muy rápido y convulsivo, hay que clavar rápidamente ya que la ninfa esta escupiendo nuestra ninfa. Con el paso de los años y las horas de rio pescando a pez visto, iremos perfeccionando el clavado y reconoceremos instintivamente esos indicativos que nos señalan que la trucha acaba de comer nuestra ninfa a pesar de no verla.
Moscas:
Serán los caudales y las temperaturas primaverales quienes marcaran cuando aparecen en nuestros ríos esas grande ” manchas” de ovas y ranúnculos en los tramos medios y bajos. En muchos ríos calizos tendremos esas ovas y ranúnculos en gran parte de su recorrido ya desde el inicio de temporada ( solo desaparecen o se limpian en parte los años de grandes avenidas invernales y primaverales). Así que podremos usar desde las olivas y pardones de principio de temporada hasta las olivas de finales de temporada. Sera el rio y la época de la temporada quien marque la mosca que coloquemos al extremo de nuestro bajo. Siempre podremos echar un vistazo entre las ovas y nos haremos una idea del menú que tienen nuestras amigas, desde insectos adultos a las ninfas.
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