El uso de imitaciones de imagos rojizos viene dado por los primeros calores. Dependiendo de la zona, pueden usarse desde mayo en adelante. En los ríos de las zonas montañosas se hace imprescindible con el fin de los deshielos, ya metidos en junio o julio y hasta final de temporada. En estos ríos, durante los atardeceres de verano, los imagos regresan al río para realizar la puesta, algunos con acrobáticos bailes sobre el agua, lo que provoca ataques muy escandalosos por parte de las truchas.
Numerosas especies de efémeras tienen en su fase de imago colores rojizos, con ciertos matices que tienden desde el rojo oscuro, rojo amarronado, rojo anaranjado o burdeos. Desde enormes ecdyonúridos, rhitrógenas o pequeñas ignitas, comparten tonos rojizos en la recta final de sus vidas. Personalmente uso dos colores básicos y varios tamaños, desde anzuelos del número 12, hasta el 18; una mosca en un 16 sería nuestro comodín. Como colores uso mucho el rojo burdeos y un rojizo amarronado, en dubbing sintético,por aquello de que su uso principal es en zonas con cierta corriente y es más fácil secar la mosca con un par de falsos lances. Siempre brinco el cuerpo para que la mosca dure un poco más, usando mayormente brincas salmón en las moscas más grandes y huevo o hueso en las más pequeñas. El uso de montaje tipo parachute, con un poste llamativo(melocotón o canela se ven muy bien), permite seguir la deriva, ya que los atardeceres producen muchos brillos que dificultan ver la mosca, además de facilitar el secado sin tener que cambiar de artificial ante las numerosas capturas que se suelen producir en esos momentos. El color del hackle suele ser gris dun para las moscas más grandes y rojizo o ginger para las imitaciones de rhitrógenas.
En los amaneceres de verano, antes de que el sol entre en el valle del río, es una mosca que también funciona muy bien, sobre todo en tamaños pequeños, ya que son numerosos los imagos de la tarde anterior que derivan moribundos y las truchas suelen dar buena cuenta de ellos.
Deja un comentario